Como diría Giovanni Pascoli, uno de los mayores poetas italianos de finales del siglo XIX, la piadina es “la comida nacional de los romagnoles”.

Diferentes son las opiniones sobre su origen y sobre la composición original. Existen distintos testimonios sobre la fabricación de este tipo de pan desde la época romana. El primero de ellos se remonta al año 1371. En la Descriptio Romandiolae, el cardenal Ángel de Grimoard, escribe por primera vez la receta, que decía así: “Se hace con harina de grano, mezclada con agua y condimentada con sal. Se puede amasar también con leche y condimentar con un poco de manteca de cerdo”.

Según los escritos, además, la piadina era utilizada como sustituto del pan por las personas más pobres, ya que se podía fabricar con ingredientes muy económicos y fáciles de conseguir. Con el tiempo, esta masa de harina de trigo, se ha convertido en un producto agroalimentario tradicional de la dieta italiana. De hecho, su origen está certificado a través de dos IGP’s: Piadina Tierra de Romagna y Piadina Romagnola de Rimini.

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